*Muchas veces, cuando de temáticas económicas se trata, se tiende a teorizar todo siguiendo los postulados de Universidades Norteamericanas, olvidando en este ejercicio el sentido común que nos da respuestas verdaderas y no impregnadas con un cariz político . Por Horacio Flores y Luis Felipe Caneo.
Usted no es de Harvard, Yale ni ninguna de las afamadas escuelas de economía que acompañan los nombres de personajes que nos explican las razones de las desigualdades en la existencia de los seres humanos y los esfuerzos que se realizar para corregirlos. Estas desigualdades se pueden ver en quienes tienen cuentas bancarias de un número seguido de diez ceros versus aquellos seres cuyo ingreso mensual es el sueldo minímo: grandes cantidades de dinero que por si solas representan una realidad abstracta, pero si intentamos concretizarlas mediante un ejercicio serán más representativas para nosotros,escriba la cifra contando todos los ceros que la cantidad involucra y comparelo con la situación del ser que durante todo un día buscó y rogó por un trabajito para comprar algo que comer, no teniendo éxito apelando finalmente al delito. No se está dramatizando ni falseando, ambos extremos son reales, si usted nos dice: Prefieren robar o vender droga, en lugar de trabajar, también es real. No porque exista esto vamos a desconocer aquello.
Si intentamos, con puro sentido común, buscar las raíces primarias de esta catástrofe económica, catástrofe mayor que todos los terremotos, huracanes y epidemias, -estos llegan, dañan y se van-. La posesión tan exagerada de bienes y dinero permanece y aumenta. Pero, antes de entrar en la búsqueda de las raíces necesitamos fundamentar la exposición de lo que afirmaremos.
Iniciamos nuestra educación en escuelas públicas de cargo municipal, en escuelas particulares subvencionadas y los menos, en liceos o institutos pagados. El modesto inicio de la enseñanza no priva a nadie del sentido común que se trae desde la cuna y usándolo le pedimos que analice y ponga en cuestión lo que exponemos:
Los grandes capitales, con el incondicional pregón de la ciencia económica “Defender los derechos del consumidor” y su engañoso recurso de abaratar los precios tienen importante parte de la culpa en la grave distorsión económica a que estamos sometidos. Ya sé, usted piensa, habla de sentido común y parece desear que las cosas sean más caras. Le solicito paciencia y atención. Los poseedores de grandes sumas de dinero por ese solo hecho son poderosos y para aumentar su poder se asocian en grupos. Estos grupos se aúnan para usar sistemas que nos mantengan gastando y gastando, le ofrecen y le muestran por la prensa, hay periódicos de entrega gratuita financiados por la incitación a comprar, y revistas, volantes, dípticos, trípticos, varias veces cada día nos llaman por el teléfono de red y por el celular, la radio no lo hace nadita de mal y la televisión es insufrible. La exhibición en sus gigantescos centros comerciales está estudiada por expertos que muestran en cercanía productos que interesen a diversas edades y sexos, para la persona, para el hogar, la escolaridad y la recreación. Entre tantas cosas exhibidas aquello tan bonito, no está nada de caro y lo puede llevar aunque no tenga un cobre en los bolsillos, puede comprometer lo que ganará después. Si las deudas relacionadas con las tarjetas comerciales superan el 30% de los ingresos totales mensuales hay que entrar a preocuparse, ya que con eso simplemente vas a estar sobreviviendo mes a a mes y no podrás tener una vida tranquila.
La amistosa asociación de los grupos económicos termina aquí, en la incitación, en convertirlo en un feligrés consumidor y comienza la feroz disputa por captar, mantener y retener al comprador. Para eso cada uno se esfuerza por vender sus productos a menor precio que los otros y, eso, nos gusta. No nos detenemos a analizar cuál es su único recurso: Reducir los costos de producción y comercialización; para ello se aumenta la mecanización, se reduce personal y a éste se le paga tan poco como sea posible.
Esta lucha, repetimos, feroz, se establece en sistemas llamados liquidaciones, venta de bodega, remate, cinco días de, semana de, venta dos por uno y alguno que olvidamos. Luego se agrega sorteos gratuitos: Si nos deja comprometido el dinero que ganará en los próximos meses podría ser el afortunado ganador de… No podría sino que es seguro que muchos regresan a casa llevando un cachureo recién salido de fábrica que tirarán sobre o dentro de un mueble de donde no saldrá Luego reciben la triste información, el ganador fue otro. La farmacia Salco- Brand le está entregando a sus clientas una tarjeta comercial pre- aprobadas por un monto de $60.000 para que entren ellas a este mundo de consumo.
¿Cuál es realmente el motivo que empuja a estos seres humanos? Le pedimos a usted que escribiera una cifra seguida por diez ceros, ellos compiten por el cero número once. Como después será por más ceros y esto provoca en el otro extremo la privación a millones de seres humanos de su derecho primario: INSERTARSE EN LA SOCIEDAD APORTANDO SU TRABAJO PARA ADQUIRIR SU DERECHO A SER CONSUMIDOR.
No se confunda, la presente exposición no es un llamado a coger las armas y matar a los muy adinerados. En la corrección debe estar presente usted con su actitud verbal, escrita y de acción efectiva de rechazo a vivir para ganar y correr a las grandes tiendas a entregar lo ganado.Se trata de tener una actitud tranquila frente a las ofertas y ante cada compra preguntarle a su yo interior si realmente le será útil dicha adquisición. Si usted lo hace, nuestros gobernantes y legisladores tendrán que poner lo suyo para impedir el incremento de ceros.
Los poseedores de las increíbles cantidades de dinero, seres humanos cuyas acciones económicas dañan, necesariamente deben participar en la corrección, ver con sentido común, como la acumulación de ceros en sus contabilidades no es razonable. Esos ceros retirados de sus cuentas serían muy útiles destinados a producir trabajo a través de soluciones en salud y educación, logrando así un desarrollo sustentable, donde todos tengan acceso a los beneficios del progreso de la modernidad. No se trata de implementar una sociedad igualitaria, sino que tenga una repartición más justa de los recursos económicos. Seremos de ésta manera mejores personas.
1 comentario:
Es muy sensato y muy correcto tu razonamiento sobre el empleo de esas cifras de dinero que están seguidas de tantos ceros.
Tenemos que apretar todos para que se piense un poco más en el otro en vez de hacerlo en si mismo.
Un cordial saludo, y enhrabuena por tu magnifica entrada.
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