Reflejar en un solo punto las distintas temáticas de la sociedad es el fin del blog "El Mundo de Ayer y Hoy", un sitio nacido el 16 de Julio del 2007. Nuestra propuesta puede ser algo ecléptica, pero no hace más que representar un mundo multitemático en su presente y pasado.Bienvenidos.
viernes, 30 de julio de 2010
Histórico: Cataluña prohibe por ley las corridas de toros
jueves, 29 de julio de 2010
Los Comentarios Reales del Inca Garcilaso de la Vega y la Otredad en América.
Es en este contexto en el cual se inserta la obra “Los Comentarios Reales del Inca Garcilaso de la Vega”, creada por un mestizo de sangre española e incaica, teniendo como temática narrar la historia sucedida en el Perú antes del arribo de los españoles a aquellos parajes. Un texto literario en donde se reflejan dos mundos que se unen originando uno nuevo: uno mestizo con un pasado incaico idealizado, legitimado a través de la asimilación de su historia a rasgos españoles, pero a su vez que busca diferenciarse mediante la exaltación de un pasado propio. Demostrar lo anterior será el objetivo de este ensayo.
El comienzo de una historia
Las primeras líneas de los “Comentarios Reales” comenzaron a escribirse el 12 de abril de 1539, día en que nació el hijo mestizo del Capitán Español Garcilaso de la Vega y de la Palla o Princesa Incaica Chimpu Ocllo, siendo llamado Gómez Suárez de Figueroa. Era un tiempo en que se sucedían las guerras civiles de los conquistadores y de ellos mismos contra la Corona por los deseos de centralización de parte de ésta última, concretada en la promulgación de las Leyes Nuevas de 1542.
Durante su infancia, Gómez Suárez estuvo en contacto con lo indígena mediante los lazos con la familia materna, pero durante su juventud se encontró bajo la impronta española. El inicio de una vida que le demostró la separación entre los dos mundos de sus padres. Producto de cédulas reales, el capitán Garcilaso se casó en 1549 con la dama española Luisa Martel de los Ríos. Su madre, ya con el nombre cristiano de Isabel, se unió con el desconocido Juan del Pedroche, quien no provenía del ámbito militar.
En el trascurso del mes de mayo de 1559 falleció su padre. Tiempo después, el 22 de noviembre de 1563, aparece bajo el nombre de Garcilaso de la Vega. Es el primer ejemplo de asimilación a lo español que se observa en su vida: un paso que representa el fin de una etapa con el término de la conquista como también del Tahuantinsuyo o del Incario en el Perú. Todo lo que le unía a la tierra que lo había visto nacer, ya había desaparecido, era hora de decir adiós y partir a España, como lo había presupuestado su progenitor. Cabe señalar que su madre murió en la década de los 70 del siglo XVI.
La Península Ibérica es el lugar que ve aparecer una de sus mayores obras, Los Comentarios Reales, fue publicado en el año 1608. El segundo tomo tendría que haber aparecido en 1614, mas las enfermedades del Inca dijeron lo contrario, muriendo el 12 de Abril de 1616, con 77 años de edad. Una vida de asimilación a lo otro que se vio ejemplificado en la obra reseñada.
Asimilación a lo español
Según el estudioso búlgaro Tvitzan Todorov, en su obra “La Conquista de América, el problema del otro”, son tres los ejes que pueden acontecer, por parte de los individuos, frente a lo otro: juicio de valor (es igual o inferior a mi), acción de acercamiento o de alejamiento en relación con lo otro (adoptar o asimilar los valores del otro) y finalmente conocer o ignorar la identidad del otro. En el caso de los “Comentarios Reales”, es posible de observar un proceso de asimilación a lo otro: aquí la lógica de asimilar la cultura local a lo otro es un medio de legitimación, pues se asocia lo propio con la nueva realidad nacida de la unión de lo español y lo indígena.
Es importante mencionar que la asimilación propuesta por el autor se da bajo un mundo de historia progresiva, dividiendo el tiempo en tres edades: la preincaica, la incaica y la de la llegada de los españoles. En ese sentido, su planteamiento se relacionada con los postulados del filósofo de la Edad Media, el italiano Joaquín de Fiore, quien propone tres edades: edad del padre[3], del hijo[4] y del espíritu santo[5].
La asimilación está presente en la obra en diferentes planos, como en el histórico a través de dos casos:
-Asimilación a lo clásico: Al comparar el Cuzco con Roma: “como natural de la ciudad del Cuzco que fue otra Roma en aquel imperio” (de la Vega, 8).
-Asimilación por criterio de autoridad: Al amparar su discurso histórico con la obra de los historiadores españoles: “en el discurso de la historia protestamos la verdad Della, y que no diremos cosa grande que no sea autorizándola con los mismos historiadores españoles que la tocaron en parte o en todo; que mi intención no es contradezirles, sino servirles de comento y glosa y de intérprete en muchos vocablos indios”[6] (de la Vega, 8). La cita anterior aborda un aspecto clave en la obra citada: dado a su conocimiento del lenguaje inca, puede entender y descubrir los secretos y estructuras de los pueblos de la América Prehispánica, pues sólo así puede llegar a la verdadera identidad del grupo humano. Cabe señalar que al categorizar sus escritos como glosa y comento de lo llevado a cabo por los peninsulares, no sólo está reconociendo que su información no es original sino la formación renacentista recibida durante su juventud, situación que le ha permitido valorar la cultura clásica.
En el plano político, las semejanzas no están ausentes tampoco. Tanto para los españoles como los incas el poder provenía de Dios, ser único, poder que llegaba al pueblo con la intervención de los intermediarios, sólo algunos tenían la capacidad de intervenir ante Dios. Un Estado Absolutista ejemplificado con los Reyes Católicos y los Emperadores Incas, una autoridad que se convertía en el último juez. Hay una valoración positiva del dominio sobre otros pueblos.
También, la asimilación está en el campo religioso al unir aspectos de la religión incaica y la fe cristiana, acción donde demuestra que si bien se integró a una mentalidad católica española no puede olvidar sus orígenes. Dos mundos que los une en un proyecto común: la cultura incaica y su religión son un estado previo al arribo del cristianismo. Es así como señala que los Incas, aunque adoran al Dios Sol, su Dios verdadero es Pachacamac, a quien considera como la deidad creadora del mundo, semejante al Dios Cristiano: una de las críticas que le hace Garcilaso a sus compatriotas es que no fueron capaces de llevar su sentir religioso, por decirlo de alguna manera, a un plano más elevado, al mundo de las ideas, parafraseando a Platón y el Mundo de las Ideas. Es dado a lo anterior que se le ha dado protagonismo al Sol y no a Pachacamac. El Dios que nos habla Garcilaso es un Dios mestizo, una abstracción universal lograda mediante la asimilación de los ritos de un pueblo con los del otro: “Tuvieron los Reyes Incas en el Cuzco una cruz de mármol fino, de color blanco y encarnado, que llaman jaspe cristalino: no saben dezir desde que tiempo la tienen” (Garcilaso, 69).
La influencia española en la concepción religiosa de Garcilaso es posible de ver en lo referido a las características de los hombres. Según él, el hombre está compuesto de cuerpo y ánima, siendo la primera inmortal y la segunda no, de hecho la denominan Allsacamasca[7]; creen en la otra vida y dividen el universo en tres mundos: cielo (Hanan Pacha), Tierra, (Hurin Pacha) y , por último, el Infierno (Cupaica Huacin).
En su afán de mirar la historia como un proceso con un afán progresivo, Garcilaso asimila mucho de los aspectos de su religión a la cristiana para hacer la diferenciación entre la primera edad y la de los Incas, en un mundo donde él como mestizo, si no se adaptaba a los patrones del Viejo Continente, era parte de ese otro con el cual los españoles lucharon desde el siglo XV con la expulsión de los Moros de sus territorios.
Representación en América y la realidad del otro
En los diversos procesos de representación, el proceso cognoscitivo que se realiza es de la relación del sujeto- objeto y no de la representación del objeto llevada a efecto por el sujeto. Una lógica de representación que permite la conversión de lo diverso en semejante, dando curso a una capacidad descriptiva y categorizadora: al aludir a la interacción entre el sujeto y el objeto se acota el campo de acción, por lo cual de unas variables eclécticas se pasa a tópicos precisos, que a la larga permiten un razonamiento más certero.
Un razonamiento que no se puede aplicar ante una situación desconocida, cuando los objetos sobrepasan las posibilidades de comparación y nominación, el actuar del sujeto, su mediación entre el objeto y la realidad, se transformará en decisiva. Una instancia donde mirar y leer los signos se convierte en una relación ambivalente de lo sabido frente a lo dado, de lo real frente a lo extra- real, teniendo en cuenta a los “semejantes a los nuestros” y los “distintos a los nuestros”: un ejercicio que da como resultado que el sujeto reinvierte los órdenes de la clasificación para así poder comparar Europa con los rasgos de las Indias, pese a que éste último lugar sea una encarnación de lo que ven los europeos, de una mirada euro- centrista, es decir, juzgar el nuevo mundo a partir de mi forma de vida. Un nuevo modo de actuar apoyado con la utilización de los tópicos literarios del Locus Amoemus (lugar ideal) y de lugar abundante, el primero nombra y el segundo renombra, el primero figura y el otro hiperboliza.
Un lugar ameno que es posible de graficar desde el ámbito de la perspectiva, de una mirada utópica; mientras el lugar de abundancia se lograr reflejar en el relato desde una visión de la hibridez. Un discurso que obliga a la invención de otro sujeto que le de, en definitiva, un cuerpo al texto que se está haciendo, que represente esa otra realidad que está siendo descubierta, en un escenario de abundancia.
Lo anteriormente expuesto, en relación a los “Comentarios Reales”, es posible de verlo en la obra ya citada. Al hablar de las tres edades[8], teniendo como protagonistas a los Incas y a los españoles logra que una realidad con múltiples temas se reduzca a un mundo con situaciones semejantes al categorizar lo que tiene alrededor, con lo cual puede el Inca Garcilaso escribir el ayer y hoy de su tierra, Perú. En cuanto a la relación entre el sujeto y el objeto frente a un mundo desconocido, de lo real y lo extra- real, vemos, como ya comentábamos en los párrafos anteriores, es posible de detectar un actuar de asimilación a lo español en diversas áreas, como la religiosa o la histórica. El Discurso de la Abundancia está en la obra mediante la narración de los diversos productos agrícolas tanto autóctonos como extranjeros, los de los peninsulares. El lugar ideal tiene su espacio con la idealización del Imperio Inca, el que, en su plan de conquista, llevaba a los pueblos sometidos la civilización, mismo argumento utilizado por los españoles para justificar su expansión geográfica.
Alejamiento de lo otro, idealización del pasado Incaico: proceso diferenciador
Si bien a lo largo de los “Comentarios Reales”, su autor, Garcilaso de la Vega, lleva a cabo una asimilación de la cultura incaica a la española, a la vez se realiza un proceso diferenciador de identidades con la idealización del Imperio Incaico. Un modelo discursivo personificado por el Imperio Incaico, en el que la historia es el medio mediante el cual el pasado glorioso se proyecta al porvenir reflejando en el gobierno y la sociedad ya reseñada el sueño moderno de una política superior, de excelencia, como realizado durante el período de los Incas.
Un alejamiento de lo otro, de lo español, que se ve es la diferencia que hace entre la crónica cierta y la falsa, la no verdadera por parte de Garcilaso: se puede hacer una crónica válida solamente si se conoce profundamente el objeto de narración, es decir, la cultura en cuestión, he allí la importancia que le da al lenguaje indígena y su correcta pronunciación. He aquí una ambigüedad, puesto que él dice su intención de construir un discurso histórico imparcial, pero al mismo tiempo da como requisito indispensable conocer la cultura de la que se va a hablar, quitándole así todo el valor a las crónicas españolas: una aparente contradicción que se puede explicar dado a que Garcilaso necesita legitimarse de quienes tienen el dominio de la cultura escrita, del saber: los españoles. El norte detrás de lo antes expuesto es lograr un mayor posicionamiento en una América Mestiza con miembros que necesitan lograr un reconocimiento pues ellos no son ni españoles ni indígenas, anhelo que podría transformarse en realidad justificando la conquista, bajo el argumento de que trae civilización: “The conquest of the Incas were justifiable because, as a result, the barbarians were separated from their unfortunate customs and were taught respectable ways” (Castien 106).Cree, en definitiva, que la conquista tanto de los Incas como de los Españoles es necesaria porque son pasos previos para el afianzamiento de la fe cristiana: una alusión a lo español como legitimación, en pocas palabras.
Conclusiones
A la luz de los antecedentes expuestos en el transcurso de este ensayo, hemos querido demostrar la asimilación que busca lograr el Inca Garcilaso de la Vega en su obra “Comentarios Reales”, bajo el prisma de una historia progresiva, dividiendo el tiempo histórico en tres edades: la preincaica[9] , la Incaica[10] y el arribo de los españoles: haciendo que la incaica sea una etapa antecesora de la española para así legitimarla. Pero, en forma paralela al proceso anterior, busca llevar a efecto un mecanismo diferenciador en relación a ese otro que lleva por nombre español, cuestión que puede hacer realidad llevando a sus raíces maternas, el Imperio Incaico, a un plano de la idealización, de una perfección absoluta que no reconoce influencias de otras culturas y cuyo plan expansionista no trae más que la “civilización” a los sometidos[11]: un deseo que se ve en el relato de la dinastía de los reyes incas y sus aportes a la naciente sociedad como también la diferenciación que hace entre la crónica verídica (conocimiento de la cultura que se va a retratar) y la falsa (conocimiento iniciático del pueblo que se va a hablar).
En definitiva, los “Comentarios Reales” son una obra del siglo XVII donde hay espacio para las sumas, para las realidades distintas, tanto de la madre como del padre, de los naturales y de los peninsulares, de las lenguas y objetos del Nuevo y Viejo Continente. Es el marco donde sobresale el nuevo protagonista de la pluralidad, el mestizo, quien le da, en la actualidad, el rasgo tan característico a nuestra América Morena. El resultado final es una metra otredad, o sea, la marginación del subyugado, las que son construidas por Garcilaso en relación con el acto-espacio que le tocó vivir.
Fuente Primaria:
- De la Vega Garcilaso. Comentarios Reales de los Incas. Edición al cuidado de Ángel Rosenblat y prólogo de Ricardo Rojas. Tomo I y II. Buenos Aires: Emecé Editores, 1945.
Citas:
- De la Vega Garcilaso. Comentarios Reales de los Incas. Edición al cuidado de Ángel Rosenblat y prólogo de Ricardo Rojas. Tomo I. Buenos Aires: Emecé Editores, 1945. Página 8
- De la Vega Garcilaso. Comentarios Reales de los Incas. Edición al cuidado de Ángel Rosenblat y prólogo de Ricardo Rojas. Tomo I. Buenos Aires: Emecé Editores, 1945. Página 8
- Castien Daniel g. El Inca Garcilaso de la Vega. New York: Twayne Publishers. Inc. 1969.
Bibliografía:
-Cox Carlos Manuel. Utopía y realidad en el Inca Garcilaso. Lima: Universidad Nacional de San Marcos. 1965.
-Majfud Jorge. “Mestizaje cosmológico y progreso de la historia del Inca Garcilaso”. Revista Ibeoroameriacana de Filosofía, Política y Humanidades. Año 9. Número 18. Segundo Semestre del 2007.
- Manzo-Robledo Francisco. “La Metra otredad en Comentarios Reales del Inca Garcilaso de la vega”. Revista Espéculo: estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid.
- Todorov Tzvetan. La Conquista de América y el problema del otro. Buenos Aires: Siglo veintiuno editores. 2005.
-Ortega Julio. El Inca Garcilaso y el Discurso de la Abundancia. Revista Chilena de Literatura. Número 32. Universidad de Chile.1988.
[1] Un ser enajenado, aislado del resto
[2] Relacionado con una especie de red social
[3] Período que va desde la creación hasta el nacimiento de Cristo, cuyos rasgos esenciales son miedo al castigo y predominio de los profetas.
[4] Se inicia con el nacimiento de Cristo, con un protagonismo de un sentimiento de fe. Destacan los sacerdotes.
[5] Comienza con el Milenio, domina la fraternidad de Cristo. No habrán guerras
[6] En cada una de las citas hemos dejado la ortografía original del texto, es por eso que verán palabras como dezir en vez de decir.
[7] Tierra animada en su significado.
[8] Las cuales son la Preincaica, la de los Incas y la de la llegada de de los españoles.
[9] Predominio de la irracionalidad.
[10] Como sinónimo de buen gobierno
[11] Este es uno de los puntos que critica los especialistas a Garcilaso de la Vega, al omitir las influencias que experimentó el Imperio de los Incas con el aumento de su tamaño y la anexión de territorios con realidades culturales diferentes. Una visión que a nuestro juicio refleja no entender el fin de la obra, idealizar un imperio para así lograr un reconocimiento a los mestizos, situación que sería inverosímil si se destaca la influencia de otros pueblos.
Zurich desea reducir su consumo de energía para 2050
Cuando el Calentamiento Global y el agotamiento de muchos de los recursos naturales no renovables ya es una realidad que afecta a la humanidad entera, iniciativas como la de Zurich merecen ser destacadas. Ésta ciudad del Viejo Continente desde 1960 que gastan sus habitantes 5000 watts per- cápita, siendo que en las décadas anteriores a esa fecha el consumo era de 2000 watts; una realidad la cual desean terminar volviendo al antiguo nivel de utilización de energía. Una utopía para algunos, algo realizable según otros, la que obligaría a una reducción de un 63% con respecto a la actualidad en lo que a energía se refiere.
El apoyo de todos, un desafío pendiente.
El sistema administrativo de Suiza divide a la nación en cantones, equivalentes a nuestras regiones chilenas, unidades territoriales que deben someter a escrutinio público cada cambio con el fin de ser implementado.
De acuerdo al gerente de proyectos de eficacia energética de Zurich, Toni W. Puntener, en declaraciones a El Mercurio de Santiago, un 75% de los individuos de dicha ciudad están dispuestos a realizar lo necesario para llegar a la meta, “pero como la meta es tan alta, necesitamos el 100 % de adhesión para que resulte”, asegura el personero. El cambio que se quiere desarrollar involucra, necesariamente, otra forma de vida con transformaciones a nivel macro y micro, es decir, cambios en el grupo familiar y en la sociedad en su conjunto.
Soluciones
Zurich desde finales de los años 90 está llevando a la práctica diversas fórmulas para concretar el anhelo de edificaciones sustentables. Es así como nace Minergie, un nuevo concepto que tiene como fin disminuir el consumo energético remodelando las viejas estructuras: “El concepto principal es utilizar la ventilación para controlar la temperatura para que la edificación consuma 60 % menos energía que lo normal “, comenta Puntener.
Los paneles solares juegan un rol clave en el desafío de disminuir el consumo energético, dado a que ellos calientan el agua ocupada para calefaccionar: múltiples edificios están con cañerías que actúan como radiadores en invierno y como controladores de temperatura en el verano.
A lo anterior debemos sumar la aislación, tema fundamental para que un edificio logre la certificación Minergie, lo cual se expresa en la práctica con la presencia de : doble vidrio, aislación en paredes y techos, ser compactos y, por cierto, no debe tener filtraciones de aire. La misión de la basura es convertirse en fuente de energía.
Todas estas mejoras encarecen, asegura el experto, en un 10% el proyecto en cuestión, mas sus beneficios sociales son enormes: cuida el medio ambiente, permitiendo así una mejor calidad de vida para todos nosotros.
La clave para el éxito de ésta iniciativa está en que “la reducción debe hacerse por etapas y con un compromiso único”, indica Puntener En ese sentido, debe haber subsidios permanentes de parte del gobierno para fomentar la conciencia de gastar menos energía y proteger de ésta forma al medio ambiente.
En definitiva, no se trata de un compromiso exclusivo de las autoridades sino de la sociedad en su conjunto, que todos tomemos conciencia de cuidar la madre Tierra. La iniciativa de Zurich podría ser replicada en naciones en vías de desarrollo como Chile, nuestro país tiene un consumo de 2700 watts de energía pér cápita. Debemos tomar conciencia de la naturaleza ahora, sólo así podremos revertir el daño que le estamos haciendo al planeta. Una decisión que las futuras generaciones agradecerán.
Cuidar y entender a los adultos mayores, un desafío de todos.
La vida es una colina que día a día se debe ir conquistando hasta llegar a la cima, instancia donde se comienza el descenso: etapa de la existencia humana en la cual las energías y el cuerpo ya no son las mismas, el paso de los años se siente. Es la llamada tercera edad, grupo etario que en el caso de Chile ha ido creciendo en forma sostenida, calculándose que para el año 2020 habrá tres millones de individuos de 60 años y más en el país. Un desafío para la sociedad en su conjunto, dado que para lograr éxito en el es necesario un compromiso tanto de nosotros, de los ciudadanos, como también de las autoridades.
Pese a la realidad que estamos enfrentando, no se ha tomado real conciencia de ella. Basta salir a la vía pública y darse cuenta de lo anteriormente reseñado: los bordes de las veredas en las esquinas están demasiado altos, dificultando el paso del abuelito, o simplemente se encuentran en mal estado provocando caídas a estas personas; veredas en mal estado o pocos iluminadas etc. En el plano económico, vemos como los abuelitos reciben pensiones bajas que no les permite satisfacer todas sus necesidades básicas, especialmente el ítem salud, para tener una calidad de vida digna, pensiones que, producto de las variaciones del Índice de Precios al Consumidor, van perdiendo su valor monetario. En el ámbito familiar, siempre no es así, se dejan a su suerte a los miembros de la tercera edad o no se considera que a su edad el ritmo de vida sea más lento: lo cual se traduce en que las diversas acciones del día a día las hacen más lento, situación que no siempre es entendida por los otros miembros de la familia.
En ese sentido, queremos dejarlos con un hermoso texto que le pide al lector mayor comprensión hacia los adultos mayores. Su autora es Lilly, integrante del exitoso grupo literario “Chochas por la Literatura”.
Me da pena
Me da pena hijo cuando me dices: “Esa historia me la se de memoria, me la has contado miles de veces”. No piensas hijo que cuando yo no esté nadie te contará estas historias, créeme, nadie.
Me da pena cuando me dices: -¡Dejaste la llave corriendo! ¿Es que no la puedes cerrar? ,me gritas enojado. Me da pena porque ya no tengo fuerzas en mis manos, antes eran firmes, para llenarte de cariños, enseñarte a comer, levantarte cuando te caías.
Me da pena cuando me gritas porque no te escucho, es que mis oídos no son los de antes cuando te escuchaba de lejos si sentías un dolor.
Me da pena cuando me dice ¡Apaga la luz ¡,otra vez la dejaste encendida! Perdona hijo, se me olvida que ahora eres un hombre, ya no eres el pequeñito indefenso que me decía -No, no apagues la luz que tengo miedo.
Me da pena cuando salgo a comprar y preguntas: ¿Por qué te demoraste tanto? Es que mis pasos son lentos.
Perdóname hijo pero le contaría a quien quisiera escucharme lo hermoso y bueno que eres. Apretaría fuerte y correría rápido si algo te ocurriera, escucharía si algo te sucediera, apagaría la luz solo cuando te viera tranquilo dormido porque, ¡hijo mío! Te sentiría con los reflejos de mi alma.
domingo, 18 de julio de 2010
El dilema de la Otredad en la conformación de la sociedad en Chile
La zona del Caribe fue la primera donde los peninsulares iniciaron su asentamiento, estableciendo en este lugar el sistema de servicio personal mediante la constitución de la encomienda. Ese fue el comienzo de una política expansionista, la cual también arribó a otras zonas del continente, siendo una de ellas el área austral, es decir, Chile, cuyo descubrimiento fue realizado por Diego de Almagro en 1536 y posteriormente conquistada por Pedro de Valdivia a partir de 1541 con la llegada de éste al fértil valle del Mapocho. En ella se expresaron las características del hombre renacentista en su máxima expresión no sólo en la etapa inicial sino en la formación de la sociedad de aquellos parajes poblados de aborígenes con una concepción de vida diferente al del europeo. Demostrar lo anterior desde el ámbito del problema de la otredad en la relación español-indígena será el objetivo del presente ensayo.
El comienzo de una historia
“Los conquistadores españoles del siglo SXVI estaban profundamente convencidos de que desempeñaban una misión divina. Venían a América a enriquecerse a expensas de los desgraciados indios, pero creían que estaban combatiendo por una causa santa, la propagación de la fe de Cristo, empresa autorizada por el Papa y protegida por el cielo, que los facultaba para tiranizar a los infieles y para arrebatarle sus tesoros”[1], con estas palabras Diego Barros Arana, uno de los primeros historiadores chilenos, describen a los hombres que fueron protagonistas de las conquistas, haciendo mención al carácter y motivaciones de la empresa de conquista. El pretexto de una expansión para aumentar la fe de Cristo, una especie de Guerra Santa contra los infieles, fue la justificación para llevar a cabo la dominación española en el continente Americano, en la cual también estaba involucrado, por cierto, el deseo de la generación de riquezas, lo cual va en directa relación con el anhelo de poder de los capitanes de conquista y el concepto del individualismo humano renacentista. Para entender cabalmente este punto es clave remontarse al origen de la gran mayoría de los integrantes de las huestes indianas, cuestión que realizaremos a partir de la figura de Pedro de Valdivia.[2]
El Conquistador de Chile nace alrededor del año 1502 en la Región de Extremadura, España, se cree que es hijo de hidalgos pobres[3] el cual encontró en la vida militar un medio para ascender socialmente. Es así como se transformó en un personaje con una amplia experiencia en este tópico al pelear, obteniendo un resultado exitoso, en batallas de Flandes, Italia y Pavía. En 1535 se embarcó con Jerónimo de Alderete rumbo a Las Indias, llegando en una primera instancia a Venezuela desde donde partió rumbo al Perú como miembro de una expedición española enviada hasta el país del Rímac para sofocar la rebelión indígena y la posterior guerra civil entre Almagristas y Pizarristas, la cual finalmente fue ganada por los segundos en la Batalla de Las Salinas en 1538, oportunidad donde Valdivia estuvo al mando de las tropas triunfadoras. Por este hecho, a nuestro protagonista le fue designada una encomienda para su usufructo personal, sin embargo él deseaba "dejar fama y memoria de mí" por lo que emprende la empresa de conquista de Chile, tierras donde podría dejar su nombre inscrito en la historia. Una acción que, pese a variadas dificultades, logró llevar a efecto exitosamente, permitiendo así el establecimiento del poder español.
En la figura de Valdivia vemos ejemplificado el perfil del hombre que arribó a América, el cual motivado por las riquezas descubiertas en las primeras expediciones decide venir a probar suerte a estas tierras. El fin de lo anterior se relaciona con la concepción del hombre renacentista, en el sentido de que en América podían ascender socialmente mediante las obras que llevarán a cabo y no por su origen, como acontecía en España. No importaba el pasado sino simplemente el presente. Así lograban transformarse en señores, por decirlo de alguna manera, dejando su condición original de “pecheros”, dependientes de alguien.
En ese sentido, para poder concretar lo antes expuesto era necesaria la generación de riquezas, fundamentalmente metales preciosos, en el corto plazo pues ese ascenso debía ser en el menor tiempo posible. Cabe señalar que los españoles no concebían otro modo de producir recursos que en el corto plazo, una explotación sin tomar en cuenta el término, por citar un ejemplo, de oro en un lavadero. Esa forma de ver el mundo influyó claramente en la formación de la posterior sociedad chilena, donde el otro, el indígena, era visto como una cosa intermedia entre el ser humano y el animal.
El nacimiento de la sociedad chilena y el dilema de la otredad en la relación indígena-español
El enfrentamiento entre dos realidades distintas, en este caso la española y la indígena, se pueden ver a partir de tres ejes distintos[7]: juicio de valor (es decir, si el otro es igual o inferior a mí. Es importante recordar que en el pensamiento peninsular primaba la teoría de la desigualdad, donde el otro era visto como un ente intermedio entre el animal y el humano, bajo esta perspectiva se puede entender el hecho de las fundaciones de las ciudades españolas en los antiguos territorios de los indígenas: con la presencia de toda la estructura administrativa-política Colonial y la construcción de las Iglesias, así se aseguraba un dominio socio-político de un área determinada); la acción de acercamiento o de alejamiento en relación con el otro ( en Chile hubo, por decirlo de alguna manera, una combinación de ambas. Esto porque un lado se combatió al indígena y se le redujo al estado de servicio personal, presente a lo largo de la conquista, pero por otro los españoles, dado a la poca cantidad de mujeres en las primeras empresas indianas, se unían con las naturales dando origen al Mestizaje, elemento característico de nuestra sociedad chilena) y, finalmente, el dilema de conocer o admirar la identidad del otro.
En el caso de Santiago, en relación a los tres ejes ya mencionados, se ve la concepción en Valdivia y sus hombres de la teoría de la desigualdad con los naturales del lugar, los cuales son desplazados al sector de Quillota en calidad de servicio personal con el fin de ser utilizados en encomiendas, así quedaba el espacio “libre” para asentar la civilización española, concretado con la fundación de Santiago en Febrero de 1541.Con esta acción hay un alejamiento con respecto a los habitantes originarios, pues el asentamiento de una ciudad española significaba la llegada de todo el aparato administrativo-político español (cabildos y sus autoridades, la construcción de una Plaza de Armas y de una Iglesia) y de otra concepción de vida con un cambio en las costumbres , destruyendo así el antiguo mundo indígena; pero, mediante el mestizaje se podría decir que hubo un acercamiento al otro, el saldo de lo anterior fue el nacimiento de una nueva identidad, donde se entremezclaban lo peninsular con lo indígena. De ésta manera empezó a gestarse la sociedad en la que vivimos, donde lo mestizo sobresale.
Por su parte, en la zona sur es posible de ver una conquista más inestable no sólo por la gran extensión del territorio y la limitada capacidad de hombres y recursos en la empresa de conquista sino por el hecho de que los pueblos de esa área no estaban acostumbrados a un sistema de tributación, como si acontecía en el Norte dado a la influencia incaica. Al revisar las crónicas y fuentes primarias españolas se observa una tendencia a destacar el espíritu de lucha demostrado por los indígenas, pero esto lo asocian a su estado salvaje, un ejemplo de lo anterior es la obra del Padre Diego Rosales, “Historia General de Chile y el Flandes Indiano” percibiendo al leer el mencionado libro un dejo de etnocentrismo, o sea, los españoles juzgaban a los naturales a partir de su visión de mundo, lo cual claramente es un error.
La mentalidad señorial feudal española en el ámbito socio-económico en la constitución de la sociedad
Si bien el feudalismo en el Viejo Continente como sistema socio-político dominante ya era parte del pasado, con el renacer de las ciudades, la idea seguía presente en las mentes de los individuos de la España del siglo XV, algo que se manifestó desde el comienzo el proceso de conquista en América. Situación posible de entender por lo antes expuesto como por la situación social de los individuos en sus tierras de origen, donde eran pecheros, es decir, estaban relegados a un segundo plano, por llamarlo de alguna forma, en la estratificación social de su época. En la práctica lo anterior se vio desarrollado con la llamada “mentalidad señorial”, en la cual los jefes de conquista y los integrantes de las huestes indianas querían convertirse en señores de un área determinada, teniendo bajo su juridiscción una gran cantidad de indios; anhelos que no les convenía a la Corona pues era darle demasiado poder al conquistador en desmedro de Castilla, lo cual podía dar pie a deseos de aumentar el poder por parte de los beneficiados. En definitiva, aquí nuevamente sale a escena el concepto de hombre renacentista el cual choca claramente, en lo relacionado con este punto, con las intenciones de la corona.
Conclusiones
Al buscar las razones de las motivaciones de aquellos hombres para llevar a cabo las empresas de conquista salta a la vista la concepción del hombre renacentista, un ser cuyo mayor anhelo es buscar fama, poder y gloria. Conjunto de rasgos que, como hemos comentado en este ensayo, es posible de encontrar en los conquistadores de Chile, desde Pedro de Valdivia en adelante expresado en tres tópicos: las ansías de riqueza en el corto plazo, una mirada hacia el otro como un ente inferior e intermedio entre el animal y el ser humano y, por último, la concepción señorial; elementos que jugaron un rol esencial en la constitución de la sociedad en Chile, siendo ejemplo de ello la estratificación social donde, en un principio, estaban por un lado los españoles y por otro, en un nivel inferior, los naturales: la relación entre ambas realidades culturales dio origen a una nueva realidad cultural: El mestizaje, desde ella se expresarán los primeros síntomas de americanismo, de sentimiento de nacionalidad, que darán la base del anhelo de independencia criolla, surgido a comienzos del siglo XIX, a través de la Primera Junta Nacional de Gobierno y los procesos posteriores. De ésta forma, con un protagonismo de lo mestizo, se constituyó la sociedad de nuestro país que este año celebra su Bicentenario Patrio.
Citas:- Barros Arana Diego, Historia General de Chile, Santiago: Editorial Nascimento,1930, página 199
- Barros Arana Diego, Historia General de Chile, Santiago: Editorial Nascimento,1930, página 345
Fuentes Primarias:
-“Título de encomienda otorgado por el gobernador Francisco de Villagrán a Gaspar de Villarroel, Concepción, 20 de Abril de 1563” citado en CDIHCh , volumen 16, página 451.
Bibliografía
- Barros Arana Diego, Historia General de Chile, Santiago: Editorial Nascimento,1930, Tomo I
- Barros Arana Diego, Historia General de Chile, Santiago: Editorial Nascimento,1930, tomo II
- De Rosales Diego, “Historia General de Chile y el Flandes Indiano”, Santiago de Chile: Editorial Andrés Bello, 1989.
- Encina &Castedo, Historia de Chile Ilustrada, Santiago: Editorial Santiago, 2005.
Garavaglia, Juan Carlos y Juan Marchena. América Latina. De los orígenes a la Independencia. Barcelona: Editorial Crítica, 2005
- Jara Álvaro, Guerra y Sociedad en Chile y otros temas afines, Santiago de Chile: Editorial Universitaria, 1971.
- León Leonardo, “La merma de la sociedad indígena en Chile central y la última guerra de los promaucaes”
- Meza Villalobos, Néstor. Estudios sobre la conquista de América. Santiago: Editorial Universitaria 1992
- Todorov Tzvetan, La Conquista de América y el problema del otro, Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2005.
[1]Barros Arana Diego, Historia General de Chile, Santiago: Editorial Nascimento,1930, página 199, tomo I
[2] Para hablar de su vida nos guiamos por el libro de Encina & Castedo Historia de Chile, tomo I, Santiago: Editorial Santiago, 2005,
[3] Se sospecha, aunque no hay certeza de ello, que es hijo ilegítimo del ciudadano portugués Pedro Oncas de Melo y de Isabel Gutiérrez de Valdivia
[4] “Título de encomienda otorgado por el gobernador Francisco de Villagrán a Gaspar de Villarroel, Concepción, 20 de Abril de 1563” citado en CDIHCh , volumen 16, página 451.
[5] Barros Arana Diego, Historia General de Chile, Santiago: Editorial Nascimento,1930, página 345, tomo I
[6] Acción que entre otras consecuencias generó un “desgano vital” en los afectados dado a la destrucción de su mundo anterior.
[7] Esto según los planteamientos de Todorov en su obra “La Conquista de América, el problema del otro” , Siglo Veintiuno Editores, Buenos Aires:1995
martes, 13 de julio de 2010
El Barroco Americano, integración y asimilación de dos culturas.
El Barroco, una época de esplendor español
El Barroco Español[2] se puede describir como un tiempo de esplendor, generado a partir de la unificación del Estado, concretada gracias al matrimonio de los Reyes de Castilla y León, además de la Reconquista Española con la consiguiente expulsión de los Moros de su último bastión en el año 1492. Período conocido también con el nombre de Siglo de Oro, donde España se ve favorecida con el descubrimiento de América, nueva área que no solamente le dio la oportunidad de una enorme influencia en el sistema mundo sino le planteó desafíos en cuanto a la administración de un gran territorio.
España emerge como un país defensor de la Religión Católica Tradicional, en el contexto de la Reforma y Contrarreforma, expresado en censuras y la labor de la “Inquisición”.Se caracterizó por la búsqueda de la verosimilitud en las obras realizadas con el fin de la comprensión de lo narrado y representado; intenta generar un efecto con la utilización de lo grotesco y utilización de la imagen para persuadir al hombre de la piedad y la presencia de Dios.
Impresiones del Primer Encuentro
Las sensaciones que tuvieron los españoles luego de su primer encuentro con los indígenas y los posteriores contactos entre estas dos realidades culturales, dan como resultado una manifestación del citado proceso de integración y asimilación de los dos mundos. El Descubrimiento de América significó para el Viejo Continente el surgimiento de una humanidad cuyo estado natural invitaban no sólo a plantearse múltiples interrogantes, como el origen de estos nuevos seres, sino la necesidad de civilizarla de acuerdo a los parámetros europeos; pensaron que se trataba de un lugar ideal, lo asociaron a la idea del Paraíso producto de las condiciones climática favorables imperantes en estas tierras. Un mecanismo que, sin duda, es un medio de legitimar la empresa de Descubrimiento y Conquista.
La llegada de productos americanos a España produjo una verdadera revolución en el día a día de la Península, aunque en un principio Europa fue muy conservadora en cuanto a la aceptación de estos productos. La patata, descubierta por Francisco Pizarro, marcaría un antes y un después: pondría fin a las hambrunas que azotaban cada cierto tiempo a la población; a lo que debemos sumar el maíz, el cacao y la palta[3] como algunos de los ejemplos de productos. Por su parte, los europeos introdujeron en América, entre otras cosas: arroz, gallinas, caballos, limones y naranjas, elementos que, sin lugar a dudas, marcarían a la futura sociedad americana, ejemplificado en nuestro actual campo chileno.
Desde los comienzos del Descubrimiento, en el contexto de los viajes de Colón, empezó a surgir la imagen del indio caníbal americano, para así simbolizar la idea de salvajismo extremo y que a la larga justifican la conquista, pues a estos seres “bárbaros” había que civilizarlos. Entre las primeras representaciones en donde es posible observar esa mirada en torno al natural, alude a un grabado de madera del año 1505 el cual acompaña la traducción alemana de la carta de Américo Vespucio a Pier Francesco de Médicis: en la misiva señalan que se comen entre ellos, pues la carne humana es una comida común para estos sujetos. Lo anterior se relaciona con la idea de la figura del salvaje, el cual al estar fuera de la acción civilizadora ha perdido su racionalidad y se deja llevar exclusivamente por sus instintos: se divide en el buen salvaje, indio bueno, y el indio malo[4]. La imagen sirve, en este punto, para expresar una alegoría creada en torno al aborigen.
La imagen como medio de evangelización
Una vez consolidada la Conquista en México, acción realizada por Hernán Cortés desde 1521, comienza a desarrollarse una política en torno a evangelizar en base a la imagen, siguiendo los postulados del Consejo de Trento, la cual podría dividirse en dos fases: la primera corresponde a los primeros años de conquista, donde los franciscanos implementaron una evangelización a través de la imposición de los dogmas católicos, no tomando en cuenta las tradiciones autóctonas; lo anterior dio paso a la explotación de las imágenes con el propósito de evangelizar un mundo que desconocía los sucesos bíblicos del catolicismo, rol jugado por la Compañía de Jesús y los Dominicos. Una política desarrollada a partir de 1551 con el nombramiento del segundo Obispo de México, realizado por Carlos V, el cual recayó en el dominico Alonso de Montúfar y que se ejemplifica en el inicio del culto a la Virgen de Guadalupe[5].
En la colina del Tepeyac había un santuario consagrado a la Madre de Dios, Toci[6], desde tiempos inmemorables. En ese lugar, Montúfar hizo poner, al lado de la imagen primitiva, una obra inspirada en un modelo europeo, una operación con un saldo positivo: las crónicas de la época[7], 1555, se refieren al hecho como una aparición única de la Virgen, confundiendo el modelo y la copia. Hay un doble triunfo del religioso dominico:“difusión contrarreformaza del culto mariano y su territorialización, anclándola sólidamente en el antiguo santuario de Toci-Tonantzin” (Gruzinski, 105).Una estrategia de la autoridad de la Iglesia donde buscaba explotar los tópicos de arraigo en la tierra, y una progresiva confusión-sustitución en las mentes de los elementos indígenas y los nuevos que den como resultado, en definitiva, una nueva realidad cultural donde se involucren los elementos foráneos y autóctonos. Una realidad vigente hasta nuestros días con la celebración de fiestas de carácter multiétnico como la Fiesta de la Tirana, por mencionar un ejemplo.
En ese sentido, es menester mencionar el caso de la Virgen del Cerro, presente en el Museo de la Merced de Santiago. Obra anónima del siglo XVIII, perteneciente a la Casa de Moneda de Potosí, es un ejemplo de integración cultural: en ella es posible ver la mezcla entre la cultura inca y la española, teniendo como personaje principal a la Virgen con el Cerro como telón de fondo asemejando a la Pachamama, la Madre Tierra.
En la imagen barroca, presente en América, se presentan las siguientes características: presencia de naturaleza, colores, flora y fauna. Por ejemplo, en la sala “El Niño Jesús en la Devoción Familiar” del Museo de la Merced de Santiago, se ve unas tallas del Niño Jesús, realizadas en los talleres artesanales de Quito en el siglo XVIII: además de ser una expresión de la fe colonial, nos reflejan el rasgo de la flora y fauna en la creación artística, pues en las obras se ven uvas o animales.
El uso de imágenes con el fin de evangelización se vio reforzado, por decirlo de alguna manera, con la invocación a los santos, los que vinieron a remplazar el carácter politeísta de las religiones, ya que los distintos dioses se transformaron cada uno de ellos en un santo en particular.
Una de las características del uso de la imagen es ocupar como recurso el milagro, una práctica rechazada por los primeros evangelizadores. Los milagros, apariciones, sueños y visiones fueron los mecanismos que permitieron introducir a “Nueva España” y al “Nuevo Mundo” todo el sistema sobrenatural del cristianismo. Esto permitió familiarizar al público objetivo con el otro mundo de los cristianos, algo replicado en la pintura manierista, como en la obra del pintor Luis Juárez, durante la primera mitad del siglo XVII, en la cual se ven “aberturas visionarias, cernidas de nubes luminosas y de ángeles que se perdían en el brillo de la divinidad” (Ruiz, 161).
Es importante mencionar que hay una apropiación de la imagen de la Virgen de Guadalupe en el caso de México, lo anterior permite darle a la conquista un sentido profundo-divino que permiten legitimarla: la tierra fue conquistada y ganada para que en ella aparezca una imagen de Dios, con lo cual México se transforma en receptor de un hecho providencial para que pueda suceder la aparición. De ésta manera el actuar de Montúfar queda como parte de un pasado difuso que no se fija en la memoria y que da como resultado, al final de cuentas, una imagen con un aura imparable, con una intervención divina, que nos llevará nuevamente a la idea de los milagros, la cual consagra a la imagen.
La Muerte bajo una mirada barroca
Durante la época del Barroco la idea de la muerte estaba relacionada con un espectáculo colectivo: bajo el prisma de que el morir era un momento en la vida en el cual la sociedad debía honrar al individuo que partía ,dado al mérito que logró durante el transcurso de su vida. Es por eso que el Barroco hizo de la muerte una instancia de celebraciones. La muerte constaba de tres momentos: ritos pre-muerte (el testamento como expresión de la individualidad del ser en su hora final, con un marcado carácter religioso que se mantuvo, a diferencia de Europa, hasta el siglo XIX), la muerte misma (era importante que la persona falleciera en su propia cama, ya que era considerada como un altar donde el sujeto inmolaba su vida. En un principio, la muerte era considerada como un castigo de Dios, pero, con el pasar de los años, empezó a considerarse como el destino inexorable de la vida.) y el duelo como la tercera instancia ( momento en el cual se expresaba el dolor por la pérdida de una persona, en Chile evolucionó desde una manifestación externa del dolor a expresiones más privadas del mismo. Se debía ocupar el color negro, debido a que representaba ausencia de vida).
Cabe señalar que ante la muerte se daba un grado de igualdad, en el sentido de que todos llegarían a ese destino sin importar su nivel social. Sin embargo, pese a que la Iglesia se preocupó de darles entierro a todas las personas, en las ceremonias fúnebres se expresaban la sociedad estamental del mundo de los vivos.
El Traje como generador de Identidad
La imagen en el Barroco tenía como fin demostrar quien soy a la sociedad, anhelo en donde claramente se detecta un deseo de distinción social, lo cual se veía en los vestidos con corsé, acompañados de abanicos, utilizados por las mujeres de la alta sociedad en contraposición con la ropa más humilde de los sujetos populares. Una realidad que es conocida como Gratuidad Estética. Cabe señalar que en la época estudiada, primó la idea de dejar escasas partes visibles del cuerpo producto de la idea de que “mientras más me cubro, estoy menos expuesto a la mirada de Dios”. En el traje podemos ver como la forma de vestirse van forjando identidad, demostrando al mundo quien soy yo.
Conclusiones
A la luz de los antecedentes expuestos, es posible llegar a la idea de que el Barroco en América no fue sólo un proceso de integración y asimilación de parte de las dos realidades culturales involucradas, influencia mutua entre ambas, sino también una instancia de manifestación de poder social-político, es decir, demostración de la superioridad social de algunos ya sea por el ítem de riqueza o de poder político. Lo interesante y la clave para entender el juego de fuerzas que se desarrolla durante la América Barroca, es tomar en cuenta como los Jesuitas y los Dominicos pudieron a través de una suerte de adoctrinamiento encubierto a través de las imágenes ir inculcando el cristianismo a la población aborigen, provocando un sincretismo religioso cultural que sigue vigente hasta la actualidad, el cual es fundamental valorar y conocer en el Año del Bicentenario.
Citas
-Gruzinski Serge, La Guerra de las Imágenes, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 1994, página 105
-Gomar Ruiz Rogelio, El Pintor Luis Juaréz, México, Unam, 1987, página 161.
Bibliografía
· Cruz, Isabel, Serie Arte y Sociedad en Chile, 1650 – 1820, Volumen II. El Traje. Transformaciones de una Segunda piel, Ediciones Universidad Católica de Chile, 1992
- Capítulo I, El Ropaje Barroco como Metáfora del Cuerpo 1650 – 1750, pp. 27 - 109
· Cruz, Isabel, Serie Arte y Sociedad en Chile, 1650 – 1820, Volumen III. La Muerte. Transfiguración de la Vida, Ediciones Universidad Católica de Chile, 1997
- Capítulo II, Triunfo y Derrota de la Muerte: Barrocas Pompas Fúnebres, pp. 103 - 191
· Gruzinski Serge, La guerra de las imágenes. De Cristóbal Colón a “Blade Runner” (1492 – 2019)
- Capítulo IV, Los efectos admirables de la imagen barroca, pp. 102 - 159
· Sanfuentes Olaya, Develando el nuevo mundo. Imágenes de un proceso, Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 2009
- Capítulo V, El encuentro con un Nuevo Mundo. Primeras imágenes del paisaje, pp. 117 – 125
- Capítulo VI, El encuentro con un Nuevo Mundo. Una nueva flora y fauna, pp. 131 – 142
- Capítulo VII, El encuentro con un Nuevo Mundo. Una humanidad nunca antes vista, pp. 149 – 153
- Capítulo VIII, Imágenes del indio americano, pp. 157 – 192
Notas
[1] Entre los diversos productos que sorprendió a los españoles encontramos al tabaco, pues al mirar por primera vez a los naturales que expelían humo cuando lo consumían asociaron que se trataba de la presencia del demonio apoderado del indio.
[2] Surge alrededor del siglo XVI y finaliza en el siglo XVIII. El Barroco Español, el período de esplendor de la Península, llega a su fin a partir de la derrota de la Armada Invencible en 1588 acompañado de una marcada decadencia militar y política.
[3] La palta recibe otros nombres: aguacate o avocado.
[4] Perteneciente a los pueblos temidos, violentos, viciosos etc.
[5] Se toma como referencia la imagen de la Virgen para evangelizar en América dado a dos razones: las mujeres en la América Pre-Hispánica jugaban un importante rol ritual en las ceremonias de índole religiosa, por lo cual presentando a la Virgen los naturales podían internalizar el Catolicismo y, en segundo lugar, la Virgen permitía la materialización de lo trascendental, pues representaba a Dios en la tierra.
[6] Significa Nuestra Madre
[7] Citadas por Serge Gruzinski en su obra “La Guerra de las Imágenes: de Cristóbal Colón a Blade Runner (1492-2019)”, Fondo de Cultura Económica, México, 1994.
jueves, 1 de julio de 2010
Fútbol: Comentario con conocimientos añejos.
*Un comentario futbolístico en torno al partido Chile-Suiza. Por Horacio Flores
décadas treinta y cuarenta. Una verdad que nadie discutía, el foot
ball es un juego de hombres, todo tiempo pasado fue sin bellas
machucándose las canillas, pronto tendremos partidos de bonitas contra
feos o de combinados, tantos feos y tantas hermosas por lado.
Desde mi envejecido punto de vista el señor referí erró medio a medio
en la expulsión del jugador helvético, éste llevaba a sus espaldas un
rival que le daba un empujoncito o un tironcito todo disimulado, leve,
insistente, como el señor del pito no lo impidió el molestado dio
manotazos hacia atrás, un mensaje, una petición: “Ya cabreate poh” En
ningún momento ninguno de los dos ni el desleal atacante por la
espalda ni el que intentaba huir con la pelota dieron motivo para
expulsiones.
El gol del señor Mark González, tan importante para pasar a la
segunda ronda, merece un comentario diferente, usó dos veces la cabeza
y la usó bien, primero el encéfalo para decidir que correspondía y
decidió lo correcto, luego el cráneo como herramienta ejecutante y
Chile venció.
Gracias Mark y deseemos que en este mundial no haya goles con las manos.
Las Reformas Borbónicas y sus efectos en Chile
*La llegada de los Borbones no sólo significó la llegada de una nueva dinastía al poder sino el arribo de una nueva forma de gobernar, cuya aplicación en América fracasó porque no tomaron en cuenta la realidad del continente. Por Luis Felipe Caneo.
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