sábado, 9 de julio de 2011

El Rincón de la Filosofía: En búsqueda del significado de Metafísica


*Muchas veces hay palabras que se nos presenta a lo largo de nuestra vida y no logramos comprender realmente su significado, pese a consultar un diccionario. Horacio Flores Serrano, un activo adulto mayor, nos cuenta su experiencia al respecto con la palabra metafísica.


Tengo una necesidad importante. Satisfacerla comprende el común, repetido y difícil problema económico. Entre los ofrecimientos que hace el estado a los adultos mayores se contempla mi necesidad y hace atrayentes propuestas de solución,sin costos y tramitación sencilla y fácil. Algunos con experiencia por haberla usado cuentan distinto. Si me quedo con la mitad de lo que dice cada lado llenaré mi necesidad sin exceso de burocracia y me habré defendido de la deslumbrante modernidad: endeudarme.


Primera etapa ingresar en el sistema, esperar citaciones telefónicas y la cosa sigue en cumplimiento de una segunda y tercera etapa.Todo marcha satisfactoriamente y se interrumpe por un componente inesperado. Como ya me convertí en experto concluyo que mi solución se aleja, teniendo mucha suerte, en más de un mes. Paso frente a una ventanilla donde me ha correspondido tramitar, no hay público y solicito a la funcionaria me escuche, le expongo en tan pocas palabras como me es posible mi problema y mi intención de realizar en forma particular, cancelando por ello a un servicio externo la solución de mi inconveniente. La belleza se sorprendió, no cabe duda que es la primera vez que recibe tal propuesta, dice –Deme su rut. Lo digita, Anota en un papel y me lo pasa agregando: No gaste y venga tal día al servicio número x. ¡Citación dentro de cuatro días!


¡Si, así, solución en cuatro días! Imprudentemente, impulsado por la increíble solución, le digo; Señorita ¿cómo le agradezco, le traigo un chocolate o un libro? Responde muy secamente: -No me debe nada, no como chocolates y de libros leo exclusivamente metafísica;por su buena suerte había solución a su problema.

Ahora en mi extrema vejez supe que era retirarse con la cola entre las piernas.


Este perro apaleado conoció antes y para su mala suerte, a la edad de veinte años, la palabra metafísica, su diccionario, un pequeño Larousse de los años 30 del siglo pasado le entregó una definición incomprensible, le dio a conocer nombres de filósofos y la inquietud por adentrarse en la filosofía. Este perro que sufrió el apaleo relatado, con su ínfimo tercero de humanidades (primero medio)incursionó algunas veces en la incomprensible filosofía intentando aclarar el significado de “Metafísica” y resolvió que se trataba de una palabra sucia o que había mentes manejándose en niveles muy superiores. Varios intentos en diversas épocas con frustradas incursiones en la filosofía clásica, del medioevo, posterior, moderna, lo convencieron de la existencia de diversas capacidades intelectuales.-Y que había temas que no estaban a mi alcance.


El sufriente perro apaleado es comunicativo y se pasó noches insistiendo en que algo se me escapaba. El dolor de mi úlcera gástrica me despertaba y mientras las gotitas disminuían el dolor el machacaba el ingrato e inextricable tema. Apareció una lucecita que fue creciendo y creciendo por la insistencia de un mismo concepto en los explicadores de –Metafísica. Juntando las palabras usadas por ellos se trataría de llegar al primer origen del inicio del comienzo del principio de la génesis de todas las cosas abstractas y concretas. Las gotitas son tardas en disminuir el dolor y empecé a buscar el principio de cosas banales y encontré que los principios suelen ser originados por el término o determinación de otras cosas. Podría ser que el vocablo determinación sorprenda y parezca que también empiezo a ser enredado: Cuando una persona es estafada es porque otra determinó hacerlo.


Ese ir hacia atrás en búsqueda del primer principio me llevó, después de haber agotado un par de frasquitos de gotas calmantes, a situar, cuanto ocurre, en el espacio y en el tiempo. No intente usted sacar nada del espacio o del tiempo, no es posible y la ulcera gástrica de verdad es martirizante.

Como la dichosa metafísica me puso a buscar principiosla insistencia en eso terminó por ubicarme en el espacio y el tiempo. ¿Puede usted decirme que hay después del último centímetro cúbico de espacio? Y, usted ¿Puede decirme que hubo antes del primer minuto de tiempo?Si el espacio o el tiempo se terminan ¿Cómo o con quien serán reemplazados?


Si no tiene respuesta, aunque lo dude, aunque le resulte increíble e imposible tendrá que aceptar mi propuesta: Son infinitos, han estado siempre y van a estar siempre, no empezaron, no terminan y continuarán eternamente.Si usted quiere hacerlo difícil tendrá que proponer reemplazos para espacio y tiempo y cuando esos reemplazos también terminen ¿Qué continúa?


Volvamos la mirada a nuestro mundo, el de propio sol, vía láctea, constelaciones, el mundo que para medirlo usamos la fórmula de años luz. ¡Qué insignificante resulta ser en medio de lo interminable!A partir de aquí solamente puedo elucubrar ya que se presenta una dudita menor, casi insignificante: ¿El espacio eterno en su interior es continuo o está dividido en estancos que llamamos mundos? Si son estancos que contienen mundos son a su vez interminables.


¿O estará presente alguna forma mucho más allá de la imaginación humana?Moviéndonos solamente dentro de nuestro minúsculo estanco con sus pocos años luz y nuestro planetita con sus hidrógeno ¿o debo decir nitrógeno? oxígeno, sales, minerales y diré etc. para sacármela porque hay más materias eternas que no puedo enlistar, no las sé. Todo lo citado nos proporciona lo que llamamos concreto, material, incluyendo nuestro amadísimo cuerpo que quisiéramos tener siempre sentado en un auto lujoso o comprando cualquier cachureo sin uso para tener deudas en nuestras tarjetas. Luego nuestro planetita nos sorprende metiéndonos dentro cosas inmateriales, abstractas, nos dota de capacidades: Pensar, tener conciencia, capacidad de oír y emitir sonidos, luego codificarlos para dar nuestro mensaje y recibir el ajeno. Cuando atribuimos esto a un planetita hay que recordar que está metido, supuestamente, en un estanco del tiempo y espacio eterno y que todo se regiría por leyes inmutables y fuerzas poseedoras de inteligencias más allá de nuestra capacidad de comprensión.


Hasta pronto, nos quedan algunas minusculidades que exponer.

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