*La cineasta chilena Francisca Silva realizó la película "La Mujer de Iván", una historia de 88 minutos que nos cuenta la relación entre un hombre de 40 años y una niña de 15 años y la cual está inspirada en el secuestro de Natascha Kampusch, acontecido en Viena. Sus protagonistas son Marcelo Alonso y María de los Ángeles García. Por Luis Felipe Caneo.
Corría el año 2007 en su día a día con sus múltiples desafíos y alegrías , con una infinidad de acontecimientos de lo humano y lo divino que nos mostraban las noticias desde distintos enfoques. Sin embargo, un hecho se trasformó en un suceso que nos impactó a todos: el secuestro de de Natascha Kampusch que logró escapar tras 8 años de cautiverio de su raptor, quien al darse cuenta de lo anterior se suicidó. La relación generada entre ella, de entonces 18 años, y su captor, de 44, llamó la atención de un equipo, encabezado por Francisca Silva, quien comenzó a investigar el significado del suceso con el fin de trasformarlo en una película. La idea era "adquirir conocimiento con respecto al tema y revelar mi relación personal con él, pero también perseguir una suerte de comprensión la que finalmente nos permitió crear una nueva historia de cautiverio, con sus propios personajes, su propio encierro, y planteando una mirada particular", plantea Silva y lo cual llevó al nacimiento de "La Mujer de Iván".
Este film, protagonizado por María de los Ángeles García y Marcelo Alonso- el abusador en "El Laberinto de Alicia"-, relata en 88 minutos como el mundo de una niña de 15 años y un hombre de 88 años se va trasformando con el despertar sexual de la menor que en la práctica es un cambio del status quo que regía anteriormente sus vidas, traduciendose lo anterior en una nueva atmósfera donde los protagonistas van alcanzando un grado de intimidad sujeta al aislamiento con el mundo, los límites del cautiverio, las ansias de libertad de ambos y un relajamiento de la moral por donde se le mire.
Todo comenzó, cuenta Silva en entrevista con Making Off, cuando "Con mi equipo de tesis nos habíamos planteado el objetivo de encontrar un tema para nuestro largometraje que a todos nos apasionara, apostando que al estar el equipo-base involucrado intelectual y emocionalmente con el guión, el trabajo de cada departamento se realizaría con más creatividad, fuerza y compromiso. En esa búsqueda estábamos cuando se reveló en Viena una historia de secuestro asombrosa, y abismante... Sentimos de inmediato el interés de investigar el cautiverio como tema, como contexto de experiencia humana, sobre todo por lo que tiene de desentrañable.
En ese momento comencé un largo trabajo de investigación, que compartía todas las semanas con mi equipo y mi asesor, Benjamín Galemiri. Aunque no se sabía mucho del caso en Austria, más bien eran un conjunto de especulaciones, me sirvió de fuerte inspiración, sin embargo, la investigación se fue expandiendo hacia otros espacios, como los casos de cautiverio en Chile y en Latinoamérica, la vida humana en los campos de concentración, el secuestro presente en las relaciones de amor y en la sociedades actuales, el cautiverio en la mitología, la literatura, la pintura, el cine y, en mi propia historia…la necesidad de iniciar una exploración de la relación oculta que tiene uno mismo con los temas que le apasionan, y descubrir-se. Es en ese descubrimiento donde todo cobra fuerza, adquiriendo una verdad visceral.", relata la realizadora nacional.
En ese momento comencé un largo trabajo de investigación, que compartía todas las semanas con mi equipo y mi asesor, Benjamín Galemiri. Aunque no se sabía mucho del caso en Austria, más bien eran un conjunto de especulaciones, me sirvió de fuerte inspiración, sin embargo, la investigación se fue expandiendo hacia otros espacios, como los casos de cautiverio en Chile y en Latinoamérica, la vida humana en los campos de concentración, el secuestro presente en las relaciones de amor y en la sociedades actuales, el cautiverio en la mitología, la literatura, la pintura, el cine y, en mi propia historia…la necesidad de iniciar una exploración de la relación oculta que tiene uno mismo con los temas que le apasionan, y descubrir-se. Es en ese descubrimiento donde todo cobra fuerza, adquiriendo una verdad visceral.", relata la realizadora nacional.
Además del impacto mediático del secuestro acaecido en Viena, Silva tuvo otras razones para llevar a cabo el film: "La condición humana me abisma. Hay zonas de lo humano que son tan profundas, tan misteriosas y desentrañables que me producen espanto y asombro. Por lo general en las situaciones límites, se experimenta la sobrevivencia y en ese estado surgen instintos, emociones y sentimientos que rompen toda moral establecida en el ámbito social. Son instintos que al parecer, provienen de una memoria ancestral, un instinto de salvajismo que pulsa dentro pero que vive reprimido….y que a veces, se manifiesta ya que está inscrito en nuestra naturaleza. El cautiverio como contexto me interesó por esto mismo, ya que es una situación límite muy compleja, que despierta esta condición humana abismante. Y lo que asombra, es que cuando los cautiverios son prolongados en el tiempo, generan también cotidianeidad y la formación de lazos con el otro, sean familiares, amorosos, de compañerismo, u otros.", menciona la cineasta.
También Silva se refirió a los desafíos que se presentaron a lo largo de la producción de "La Mujer de Iván": "Cada etapa significó un desafío: la construcción del guión, la pre-producción, el rodaje y la post-producción. Al ser la primera película todo es aprendizaje, y al ser bajo el presupuesto todo es más difícil y largo. Y por esto, que es una experiencia dura. Es preciso ser fuerte, perseverante, luchador y nunca dejar de amar el proyecto y darle un sentido a su existencia.Las dificultades se superaron gracias al apoyo y aporte creativo de muchos amigos artistas que colaboraron en las diferentes etapas de la película. Gracias a su trabajo creativo e ingenioso, logramos hacer una película redonda, dónde cada elemento está finamente trabajado.De esta manera, gracias a colaboraciones que, por lo general, no son remuneradas hacemos arte en este país, y eso nos salva, pero eso también está avalando un sistema en el que el artista no vive realmente de su trabajo y le impide desarrollar su potencial. La situación es como una rueda.".
Uno de los principales retos que tuvo el equipo realizador de la película reseñada fue el hecho de que como el eje narrativo se sostiene en los personajes, era primordial un trabajo actoral de excelencia, como nos comenta Francisca: "Antes de estudiar Cine estudié Actuación en la Escuela de Teatro en la Católica y obtuve mi título de Actriz. Conozco el lenguaje actoral por lo que siempre he podido comunicarme muy bien con los actores. Sin embargo, en La mujer de Iván estaba el gran desafío de hacer aparecer y dar vida a estos personajes tan complejos. Tuve la suerte y la oportunidad de trabajar con actores muy especiales y muy poderosos: Marcelo Alonso y María de los Ángeles García.Marcelo no sólo es actor sino que también es director de teatro; es un hombre de muchas ideas, muy inteligente, culto, inquieto y apasionado por todo lo que hace. Sus opiniones y visiones tanto del personaje como del guión fueron un aporte muy relevante para la película. Realmente, de él aprendí muchísimo y siempre estaré profundamente agradecida de su entrega en este proyecto. Y Marita, nunca dejó de impresionarme por su creatividad interpretativa. En cada toma que grabábamos me sorprendía por su vitalidad, espontaneidad, su capacidad de improvisar y de generar propuestas. Es muy especial y bella la manera en que aborda el trabajo actoral.".
El fin de la película, plantea Silva, es "desarrollar una mirada diferente acerca de una situación universal que generalmente se expone en los medios bajo una sola perspectiva y con una carga moral evidente. Esta película no busca enjuiciar, sino comprender la naturaleza humana que se está manifestando, y de esa manera, logra trascender el hecho en sí.Personalmente, siempre busco observar y extraer de juicios a las cosas, personas y hechos. Creo fielmente que eso hace que "aparezcan" y uno pueda comprenderlas."
Cabe señalar que actualmente esta película está siendo enviada a diferentes Festivales de Cine Nacionales y Europeos, para en una segunda instancia presentarla en cines y en lugares no convencionales, esto a finales de este 2011.
En definitiva, "La Mujer de Iván" es un film que nos invita a reflexionar sobre una realidad que en nuestra sociedad y la cual muchas veces se intenta ocultar o se juzga apresuradamente bajo una prisma moral. No se trata de justificar este tipo de acciones de ningún modo, sino de tratar de comprender que lleva a hombres y niñas en plena adolescencia de tener relaciones con una gran diferencia de años. Es un viaje, al final de cuentas, por la contradictoria interioridad humana.
Los dejo con el trailer de la película
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