miércoles, 20 de julio de 2011

El Rincón de la Filosofía: En búsqueda del significado de Metafísica (Segunda Parte)



*Horacio Flores continúa en la búsqueda del significado de la palabra "Metafísica", un término que muchas veces se analiza de manera muy abstracta dificultando su comprensión.


Conviniendo con lo ya publicado seríamos  habitantes de un pequeñísimo planeta al interior de un mundo estanco dentro de  espacio y tiempo eternos,  al convenir así estaríamos en condiciones de  cambiar ideas, basar suposiciones sobre suposiciones y continuar con cuanto imaginemos intentando ganar centímetros en los inquietantes desconocimientos.  Si usted no conviene en esto y propone otras cosas soy su más atento oyente ¡anímese!-¡exponga!  Y si sus propuestas son más razonables y probables me iré de este mudo sabiendo que a lo mejor estamos dando un paso adelante. 

Un paso adelante es una verdadera fortuna si reparamos en que podríamos ser una civilización que sucede a eternos ensayos a los que nos someten las fuerzas  que nos generan y conducen hasta finalizar un ciclo por ellas determinado.  Y no podemos felicitarnos por el resultado de la forma vida colectiva en esta suerte de ensayo. Algo falta en nuestras conciencias, inteligencia y formación espiritual para ser coherentes entre lo que sentimos, sabemos y actuamos.  

Las desconocidas fuerzas, a las que podemos dar el nombre de  Dios o Naturaleza, dejaron algo por agregarnos y lo que nos falta conduce a vivir contra el prójimo en vez de vivir con él. Crear falsos paradigmas para manipularlo sacándole ventajas, con una habilidad diabólica que lleva al engañado a defenderlo como persona y justificar y elogiar decisiones que, después descubre, lo ponen en situaciones de desmedro personal y en peligro la supervivencia del planeta llenándolo de injustificados venenos.  

Respecto a esto, aunque  en esta presentación no es la intención discutir temas puntuales daremos un ejemplo, usted fácilmente puede encontrar otros, una pila alcalina, una sola, ¿usted cuantas tiene en su hogar? Controles remotos,  relojes, juguetes de los niños, linternas, cámaras fotográficas, grabadoras de voz y más y más. Le decía, una sola pila con sus electrolitos y metales pesados puede contaminar 175 000 litros de agua,  cantidad superior a la que consume una persona en toda su vida.  Este es uno de los atentados entre un ciento de ellos que cometemos contra el hogar común: El planeta Tierra. Conociendo los graves e irreversibles daños de las fatales pilas nunca debió permitirse su fabricación y continuar con relojes provistos de motor y cuerda al igual que con los juguetes, abandonar el arellanamiento en el sofá y levantarse a cambiar el canal del televisor; continuar sin la comunicación instantánea cuyas maravillas no justifican aumentar la cantidad de pilas y la contaminación aérea que ya está movilizando a los vecindarios a impedir el levantamiento de antenas transmisoras de perjudiciales ondas..  Si supone que que estamos contra el progreso medite y resuelva si realmente  caminamos hacia el progreso o si al final estará el abismo.

Si las fuerzas o inteligencia cósmica que nos creó y envió a vivir, las que representamos como Dios, nos hubiesen dotado de ese algo que nos falta, un sentido más, capaz de armonizar y concordar al interior del polo positivo con el bien propio y ajeno.

Volvamos a los falsos paradigmas: Al morir volvemos a la vida eterna.                                  Antes de enfrentarnos con el delicadísimo tema es absolutamente obligatorio definir el significado primero, obligado, de vocablos claves; podríamos decir, ya que estamos en este tema, el significado Metafísico de la palabra sin llevarla a acepciones secundarias, conexas o con matices.  Mencionamos la palabra vida ateniéndonos estrictamente al diccionario: Vida es el período que comprende a los vegetales y animales desde su nacimiento hasta su muerte. El mismo tema deberá ser replanteado desde otro punto de vista más adelante, ¿por qué aseguramos que es un falso paradigma el dicho que al morir volvemos a la vida eterna? 

El bebé al nacer llora, luego orina y defeca, el bebé tiene un calorcito de 37 grados que él genera con su propia combustión interna, toda combustión transforma el material quemado en alguna forma de ceniza, no todas las cenizas tienen el aspecto de las del carbón pero se producen y es recurso de la Naturaleza para recuperar sus materias y operar las transformaciones que les tiene dispuestas.  Así, todos estamos volviendo a la vida eterna en cada instante, el funeral concluye el ciclo que comenzó con el nacimiento.  

¿Qué hay con la conciencia y el espíritu?  ¿Especulaciones  otra vez?  Nace el niño y su espíritu lo toma a su cargo infundiéndole el vigor de la vida física y espiritual, esa capacidad de realizar acciones es el misterio que llamamos vida y que parte del nacimiento. La mente del recién nacido se recarga de trabajo, ruidos de tan diversas procedencias, olores, temperatura, un poquito más tarde figuras o formas, colores, movimiento, cerebro receptor y memorias con tareas día y noche, despierto o durmiendo, luego sensaciones  de hambre, sed, limpieza o desaseo y apetencia de caricias en la piel y a través de los oídos. Mente y conciencia recibiendo y enviando, lo enviado es una fuerza que cumple misión y regresa a su origen.

Reconocemos que después de tan prolongada y permanente insistencia en considerar al feto poseedor de su propio espíritu se haga cuesta arriba considerarlo de otro modo, sin embargo el feto es producto de una madre poseedora de su propia energía para vivir,  su propio espíritu se basta para animar uno o diez fetos simultáneamente. Correcto paradigma: El feto es un proyecto de vida y no una vida en sí misma.  No estamos insinuando que el feto deba considerarse de menor importancia, desde luego basta que pase el período de tiempo decidido por la naturaleza en cada caso para que un nacimiento inicie su ciclo de vida.

Medite cada lector cuanto y qué necesita cada bebé para cuando adulto se incorpore a la vida civilizada como un integrante más, nuestra lista la iniciamos con (1) amor y (dos) presencia de mamacita.

Hasta pronto, nos quedan algunas minusculidades que exponer.

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