lunes, 4 de julio de 2011

Editorial: Los mecanismos democráticos son ficticios




*Una mirada al papel que está jugando la democracia hoy en día, en un contexto en el cual se está criticando abiertamente el paradigma de la democracia representativa. Por Luis Felipe Caneo.


La democracia es un sistema de gobierno que puede ser analizado desde dos perspectivas: procedimental (votación en la cual una determinada persona es elegida para un cargo determinado) y estructural (alude a las características ideales de la Democracia: participación, libertad, igualdad etc.).La parte estructural de este sistema de gobierno será el eje de nuestro ensayo, partiendo de la tesis que Los mecanismos democráticos son ficticios.
 

Uno de los grandes dilemas de la creación griega es el concepto que se tiene de ella, en cuanto a la democratización en la sociedad, la que no pasa solamente por el hecho de las elecciones.”La democratización verdadera es algo más que elecciones (…). El hecho de conceder a todas las personas una igualdad política oficial no basta para crear en la misma medida la voluntad o la capacidad de participar en los procesos políticos, ni una capacidad igual en todos en influir en los resultados. Los desequilibrios en los recursos y el poder político socavan a menudo el principio (una persona, un voto) y la finalidad de las instituciones democráticas” (Onu 1). Para lograr una democracia verdadera, que abarque el proceso completo, es necesario pasar de representativa a una ciudadana, transitar de una democracia del elector a una centrada en la posibilidad de asegurar una igualdad real. En otras palabras, sentirse representado por ella y no interpretarla como un simple acto eleccionario.


Para lograr esos objetivos es importante que los mecanismos hagan su papel y no se transformen en simples entes ficticios, cuestión que pasa en la actualidad.Uno de los entes democráticos son los partidos políticos, los que enfrentan un grave problema: ya dejaron de ser canales de participación y debate para convertirse en verdaderas empresas centralizadas, cuyo máximo fin es llegar al poder sin importar los medios que se utilicen para ello. En la práctica, institucionalizaron la política, generando con ello un desinterés general hacia uno de los principales componentes de este sistema de gobierno. Estos sentimientos se expresaron en la elección municipal de octubre del año pasado, en las cuales los candidatos omitieron su afiliación política. Sin lugar a dudas, una situación preocupante, pues se pierde la credibilidad de uno de los principales métodos de expresión.


Si bien los medios de comunicación han jugado un papel importante en el control del gobierno de turno, en especial los independientes, todavía no se logran eficientes herramientas para controlar de verdad a las autoridades, tanto privadas como públicas, que respondan por sus actos y sea un defensor de los que tienen menos injerencia. Durante la era Bush hijo, en la cárcel de Guantánamo, se violaron sistemáticamente los derechos humanos de los prisioneros, sin que el antecesor de Obama respondiera por las acciones ya citadas, pese a las constantes protestas de entes internacionales. En ese sentido, es fundamental dotar a la ciudadanía de herramientas que permitan, por ejemplo, revocar el mandato de un Jefe de Estado por una causa determinada, dentro del proceso legal correspondiente. El Referéndum es una alternativa para ello.


Al permitir esa posibilidad es primordial utilizar correctamente esa herramienta democrática, lo que se traduce en que sea ocupada para hechos determinados que lo ameriten y que no se transforme en un ente de electoral, como acontece en Venezuela y en los países andinos afines a Caracas.


Otra alternativa que permite lograr el objetivo planteado en este ensayo es la realización de los presupuestos participativos a nivel comunal, una instancia que permite a las personas participar activamente en “la selección de las iniciativas de interés colectivo y en la evaluación del uso de los recursos de inversión” (Castillo 2).Un mecanismo presente no sólo en Chile sino, también, en Brasil, Perú y Argentina entre otros con grandes resultados y que ha permitido una verdadera participación de la gente en el gobierno local.

Es un despropósito darle igualdad electoral a todos y no procurar que todos logren satisfacer las necesidades que todo ser humano tiene derecho, según la declaración universal de los derechos humanos. No se trata de hacer una sociedad igualitaria, en donde todos tengamos las mismas características –cuestión que ha demostrado ser un fracaso a lo largo de la historia-, sino lograr que todo ser pueda vivir dignamente.

Para lograr que los mecanismos funcionen es clave cambiar la mentalidad y entender a la democracia como un proceso que va más allá del voto, un proceso de igualdad no sólo en lo político sino, también, en los otros ámbitos de la vida. Es importante que este cambio venga acompañado de un aumento sustantivo de la participación ciudadana en el gobierno, un mayor poder para que ya no sean simples electores. De ésta manera, los mecanismos de la democracia dejarán de ser ficticios.


Citas
 -(1) Pnud, 2002c, pp. 4 y 14
-(2) Democratizar el Estado, presupuesto participativo y democracia en Chile, Adolfo Castillo (editor), Corporación de Libertades Ciudadanas, 2007, Santiago, página 37

Biblografía
 - Democratizar el Estado, presupuesto participativo y democracia en Chile, Adolfo Castillo (editor), Corporación de Libertades Ciudadanas, 2007, Santiago
 
 -Urbano Gabriel, los partidos políticos desde el fin de la dictadura: análisis de la evolución del sistema de partidos chileno. Los Pelolaicos, la tribu urbana que faltaba, domingo 8 de marzo del 2009, sábado 18 de abril. www.pelolaicos.blogspot.com/2009/03/los-partidos-políticos-desde-el-fin-de.html. -Fuentes Claudio y Dávila Mireya, Partidos: la hora del cambio, Flacso-Chile Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, jueves 31 de enero del 2008, martes 31 de marzo 2009

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